Hasta que un día empezaron las giras. Y más y más giras. Giras largas, de meses.
No es cierto que los músicos se mueren de hambre: a algunos les va muy bien. Cambian su vida de bohemios a burgueses en un parpadeo, y ese es más o menos el storyline de la vida de Roco.
En una ocasión, que él volvió del sur y yo justo volví de viaje al mismo tiempo, nos encontramos en la esquina de Corrientes y Callao. Pero nada era lo mismo. Él era otro. Primero que nada, un par de chicas se paraban a hablarlo mientras ibamos caminando y yo nos les importaba nada. En segundo lugar, él estaba distante. Cuando comencé con el interrogatorio, y así nomás, sin que mediara nada pero nada de tacto, tuve pruebas contundentes de su perra sinceridad: “Conocí a otra chica”.
Crash.
Me puse mal pero seguí con mi vida. No fue difícil. Mucho no lo veía por las giras y yo tampoco sentía lo mismo que antes. El me siguió llamando y seguimos en contacto. La otra chica tampoco se bancó todos sus viajes, y, como siempre, terminó solo.
Tengo que admitir que más de una vez, cuando lo necesité, estuvo. Incluso en una ocasión que perdí a un familiar que quería muchísimo fue el primero al que llamé. Hablar con él siempre me ayudó en mis momentos más terribles. Al mismo tiempo, yo era la primera al que él llamaba.
Sin duda, a pesar de las fluctuaciones, siempre tuvimos una relación especial. Pero también su confusión me lastimó bastante. Me acuerdo particularmente de una noche. Me invitó a ver una banda. Fuimos a San Telmo, el lugar donde nos conocimos. Y yo creo, no sin motivos, que me ilusioné con una reconciliación. Pero nada. Ni siquiera me dio un beso. Volví llorando en el colectivo con las carilinas estrujadas en la mano.
Y así pasaron los meses y nos volvimos a ver cuando él se mudaba. Dejaba la pensión para irse a vivir a una quinta con una pileta increíble. Nos abrazamos. Fue un abrazo hermoso. Y creo que para mí ese fue como un final simbólico. Al mes, al mes exacto, conocí al hombre que más me iba a ser feliz por más que después terminara siendo nada más y nada menos que Freddy Kruger.
Y todo lo demás es historia. Los años que estuve de novia Roco desapareció de la faz de la tierra. Algún mail esporádico. Alguna charla de msn. Mientras tanto, empezó a tomar alcohol, a comer carne y ganar mucho dinero. Yo, en cambio, empecé a creer en el tarot, el e-ching y la numerología. Y no sé bien en qué momento, sin darme cuenta, cambié muchísimo: me volví la novia más cursi y ridícula desde que se inventó la rueda. Cuando rompí con mi ex, Roco fue el primero que apareció. Llamados por teléfono. Palabras de aliento. Incluso en una ocasión me llevó a pasear. No creo que haya sido una estrategia de su parte. Me parece que no podía verme mal.
Y cuando pude sentirme un poco mejor, un día, Matías no perfecto vino a tomar el té a casa. Roco volvió a desaparecer. Y todo lo demás es historia.

Nena, nena que bien te ves cuando en tus ojos no importa si las horas bajan ...y el tiempo es un efecto fugaz y hay cosas que no voy a olvidar la noche que dejaste de actuar solo, para darme amor...Quiero iluminarte todas las noches para que tu olor nunca se pierda.Mira, mírame a los ojos para poder el delirio ver, hasta que mi amor te haga en tu honor un cosmos todo chiquito un cosmos todo simple.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Bueno, al fin llegue al fin. Muy lindo cuento-experiencia. ¿Te sentiste identificada en algo cuando lo leiste? Porque parece una de esas historias que nos pasan a todos aunque en mi caso cambiando los generos.
ResponderEliminarSigo leyendo, jeje, pero falta bastante. Bueno, para poner un video, en la pagina de creacion de entradas tienes que poner la vista en html.
ResponderEliminarAlli pegas el codigo 'embed' del video que quieres poner, normalmente aparece en la misma pagina del video. Lo pegas y ya. Y si sabes modificar el html, asi le cambias el tamaño, color, etc etc.
Cuidate, te quiero.
See ya!