Flashback – Sábado por la noche – Año: 2003
Un amigo nuestro había venido de Mar del Plata y quería conocer San Telmo. Había luna llena. Roco-Debilidad estaba deambulando con su primo uruguayo, que años después sería un traficante de fósiles en Cabo Polonio. Su primo y mi amiga Angy, la enamoradiza, se flecharon y se pusieron a hablar. Enseguida estaban a los besos en una esquina de Plaza Dorrego.
Roco se me acercó. A mí no me llamó particularmente la atención. Nuestro pobre amigo se volvió al hotel. Yo me quedé.
Hacía calor. Luna llena. Los ojos azules de Roco. Y todo lo demás surgió como en medio de un encantamiento. Roco tiene la mirada más dulce que vi. Esa noche nos sentamos en la vereda y por supuesto que me improvisó una canción. Tenía una armónica en el bolsillo. Sería uno de esos números conquistadores que haría siempre. Para colmo funcionó. Obvio. Angy y el primo de Roco jamás se volvieron a ver. Nosotros dos esa noche nos besamos.
Después me puso al tanto de su obsesión por el nº14 y me acompañó a tomar el 7 que es precisamente la mitad de 14. Me pidió el teléfono. ¿Y adivinen con qué número terminaba mi teléfono de aquella época? Sí. Sí. Con 14.
Llamó, llamó y volvió a llamar.
Y así consiguió la segunda cita.

Nena, nena que bien te ves cuando en tus ojos no importa si las horas bajan ...y el tiempo es un efecto fugaz y hay cosas que no voy a olvidar la noche que dejaste de actuar solo, para darme amor...Quiero iluminarte todas las noches para que tu olor nunca se pierda.Mira, mírame a los ojos para poder el delirio ver, hasta que mi amor te haga en tu honor un cosmos todo chiquito un cosmos todo simple.
Ya voy por el resto. Te felicito porque esta muy lindo.
ResponderEliminar